El acto destacó la importancia de construir una ciudad inclusiva, culturalmente dinámica y comprometida con la educación y la sostenibilidad.
Con motivo del Día Internacional de la Ciudad Educadora, que se celebra el 30 de noviembre, el Ayuntamiento de Elche organizó un acto en el salón de plenos para la lectura de un manifiesto bajo el lema “La Ciudad Educadora como laboratorio de aprendizajes, ciudadanía y transformación social”. Tres alumnos del IES Vicente Verdú fueron los encargados de dar voz a este documento, que subraya el compromiso de convertir cada intervención urbana, programa y servicio municipal en herramientas educativas que fomenten valores culturales, históricos y de cuidado medioambiental.
Reconocimientos a la educación participativa
El evento incluyó la entrega de premios a los participantes en el concurso “Construye tu ciudad en miniatura”, así como la entrega del Sello Ciudad Educadora a la Escuela de Educación Vial Pedro Tenza, en reconocimiento a su labor pedagógica. Además, tres alumnas del IES La Foia recibieron menciones especiales por su destacada participación en proyectos educativos.
El alcalde de Elche, Pablo Ruz, destacó la relevancia de esta celebración, afirmando que «es un deber moral que Elche sea una Ciudad Educadora, involucrada con la educación y pedagógica en esencia».
Música para cerrar el acto
El acto concluyó con una interpretación musical a cargo del profesor de orquesta Alejandro Manzanera, acompañado por las alumnas María Insua, Alba Porta y Alba Hernández, quienes deleitaron al público con la canción oficial de Ciudad Educadora.
Una red global de ciudades comprometidas
Elche forma parte de la Asociación Internacional de Ciudades Educadoras (AICE), una organización sin ánimo de lucro fundada en 1994 que reúne a más de 500 ciudades de 30 países. Su misión es promover la educación como herramienta de transformación social. Estas ciudades comparten los principios de la Carta de Ciudades Educadoras, que establece una hoja de ruta para construir urbes inclusivas, accesibles, sostenibles, saludables y dinámicas.
Este compromiso global pone a la educación como eje central para fomentar sociedades más justas y participativas, destacando la importancia de convertir cada espacio público y servicio en una oportunidad para aprender y crecer.