La Policía Nacional desarticula una organización criminal que explotaba a mujeres extranjeras en condiciones inhumanas en un piso céntrico de la ciudad. La cabecilla del grupo ha sido enviada a prisión tras dos décadas de actividad ilícita.
22 de agosto de 2024 – La Policía Nacional ha llevado a cabo una importante operación en el centro de Alicante, desmantelando un piso en el que se explotaba sexualmente a mujeres extranjeras bajo condiciones de extrema insalubridad. En esta intervención, se ha detenido a cinco personas, presuntas responsables de estos crímenes, y se ha logrado liberar a 13 mujeres, todas ellas víctimas de esta red de explotación.
Las investigaciones comenzaron cuando la Policía Nacional detectó un cambio en las dinámicas de la prostitución, la cual se ha desplazado en parte de los tradicionales clubes de alterne hacia pisos privados. La atención de los agentes se centró en un piso ubicado en el corazón de la ciudad, tras recibir informaciones sobre mujeres extranjeras que podrían estar siendo forzadas a ejercer la prostitución en este lugar. Un dispositivo especial fue organizado para confirmar las sospechas, y no tardó en descubrirse un patrón alarmante: un flujo constante e inusual de hombres que entraban y salían del edificio, el cual estaba registrado como sede de una supuesta empresa de masajes.
Las pesquisas revelaron también que el piso aparecía mencionado en anuncios online y en redes sociales, vinculados a la prestación de servicios sexuales. Estas pistas llevaron a la Policía Nacional a tomar la decisión de intervenir, ejecutando la operación en dos fases.
Registro del Piso y Detención de las Sospechosas
En la primera fase de la operación, los agentes ingresaron al domicilio investigado, donde encontraron a tres de las implicadas, que fueron inmediatamente arrestadas. Dentro de la vivienda, se encontraban también las mujeres que habían sido forzadas a prostituirse. La cuarta sospechosa fue localizada en otro domicilio de la ciudad y también detenida.
Las víctimas eran sometidas a condiciones extremas: debían «trabajar» sin descanso, las 24 horas del día, los siete días de la semana, con solo dos horas de sueño diario, y solo si no tenían clientes que atender. Además de la prostitución, las mujeres eran obligadas a vender drogas a los clientes y a consumirlas ellas mismas para soportar las jornadas interminables y las pésimas condiciones sanitarias.
El nivel de explotación era tal que las mujeres ni siquiera tenían un espacio adecuado para dormir; a menudo, eran forzadas a descansar en la mesa de la cocina o en cualquier rincón disponible, utilizando una sola sábana tanto para dormir como para los encuentros sexuales. Durante el registro del piso, los agentes encontraron 18 envoltorios de cocaína, cada uno de medio gramo, listos para su venta, junto con una bolsa que contenía otros 40 gramos de la droga. También se incautaron 2.000 euros en efectivo y documentos que probaban la explotación sexual de las víctimas.
Dos Décadas de Explotación y Medio Millón de Euros Anuales
Tras la liberación de las víctimas, nuevas pruebas halladas en el lugar llevaron a la identificación de la cabecilla del grupo criminal, propietaria del piso. En una segunda fase de la operación, los agentes localizaron y detuvieron a esta mujer en su propia residencia. Durante el registro de su domicilio, se incautaron aproximadamente 50.000 euros en efectivo, junto con documentación que detallaba la explotación de las víctimas, incluyendo libretas de contabilidad que evidenciaban los beneficios obtenidos.
Según las investigaciones, la líder de la organización habría estado operando durante unos 20 años, generando un beneficio anual de alrededor de 500.000 euros a costa de la explotación de mujeres extranjeras.
Las cinco detenidas, de nacionalidades española, colombiana y rumana, y con edades comprendidas entre los 27 y los 51 años, enfrentan cargos por delitos relacionados con la prostitución, contra la salud pública y por pertenencia a un grupo criminal. Dada la gravedad de los hechos y el riesgo de fuga, el Juzgado de Instrucción ha decretado el ingreso en prisión de la cabecilla del grupo y la clausura definitiva del establecimiento.
Esta operación destaca la importancia del trabajo conjunto de las fuerzas de seguridad y la colaboración ciudadana para desmantelar redes criminales que se lucran a costa de la dignidad y la vida de personas vulnerables. Las autoridades han reiterado su compromiso de continuar combatiendo este tipo de delitos y de brindar apoyo a las víctimas de explotación.