Alicante, 17 de octubre de 2024 – La Policía Nacional ha detenido a un joven de 17 años en Alicante por simular un robo mediante sumisión química. El menor, de origen colombiano, denunció falsamente haber sido víctima de un delito para intentar recuperar su teléfono móvil, el cual había perdido previamente. El incidente fue descubierto tras una investigación en la que las autoridades detectaron numerosas inconsistencias en su relato.
El caso se inició cuando el joven, acompañado por su madre, acudió a la comisaría de la Policía Nacional para denunciar un supuesto robo. Según su versión, mientras se dirigía a tomar el transporte público en el barrio de Carolinas de Alicante junto a un amigo, un desconocido se les acercó y les ofreció una bebida que no pudieron identificar. Ambos aceptaron la bebida y, según el denunciante, poco después se desmayaron.
Cuando el menor despertó, afirmó encontrarse desorientado, con dolor en un hombro y sin recordar lo sucedido. Además, aseguró que le faltaba su teléfono móvil, su documentación y varias tarjetas, incluidas las de transporte público. El joven también indicó que su amigo despertó en otro lugar, igualmente desorientado, y que también había perdido sus pertenencias.
Inconsistencias en la denuncia
Durante la primera fase de la investigación, los agentes comenzaron a notar incongruencias en el testimonio del joven. Sus declaraciones no coincidían con los indicios recogidos por la policía, y no pudo proporcionar información suficiente sobre su amigo, lo que dificultó su localización para corroborar los hechos.
Las cámaras de seguridad de la zona donde supuestamente habrían consumido la bebida revelaron que, en ningún momento, aparecían las víctimas en las imágenes, lo que incrementó las sospechas de los investigadores. Además, no se registró ninguna denuncia o incidente relevante en el área en el momento descrito por el menor.
Confesión y detención
A medida que avanzaba la investigación, el joven fue llamado nuevamente a declarar. En esta ocasión, mostró una actitud poco cooperativa, nerviosa y, en ocasiones, ofendida ante las preguntas de los agentes. Sin embargo, bajo la presión de los interrogatorios y ante la creciente evidencia en su contra, finalmente confesó que se había inventado toda la historia.
El motivo de la falsa denuncia fue que el menor había perdido su teléfono móvil y, al rastrear su ubicación, descubrió que se encontraba en un barrio cercano. Con la esperanza de que la policía lo ayudara a recuperarlo, decidió simular un robo por sumisión química, creyendo que esta estrategia aceleraría la investigación y la búsqueda del dispositivo.
Por estos hechos, el menor fue detenido como presunto autor de un delito de simulación de delito. Además, se descubrió que el joven ya tenía antecedentes policiales por un hecho de naturaleza diferente, lo que agravó su situación judicial. El caso ha sido puesto en manos de la Fiscalía de Menores de Alicante, que determinará las acciones legales a seguir.
La simulación de delitos, un problema creciente
La Policía Nacional ha aprovechado este caso para recordar a la ciudadanía que la simulación de delitos está tipificada como un ilícito penal en el Código Penal español. Este delito se comete cuando una persona finge ser víctima o responsable de un acto delictivo inexistente, sin acusar directamente a otra persona.
Este tipo de denuncias suelen ser impulsadas por quienes quieren encubrir la vergüenza de haber perdido algún objeto por descuido o quienes buscan obtener compensaciones, como el cobro de un seguro. En muchos casos, los autores no son conscientes de la gravedad de estos actos y de las consecuencias legales que conllevan.
Las autoridades han insistido en la importancia de actuar con responsabilidad a la hora de presentar denuncias, advirtiendo que la simulación de un delito no solo distrae recursos policiales que podrían destinarse a casos reales, sino que también conlleva penas legales significativas.
