LA GENERALITAT RECTIFICA Y DOTARÁ A LAS PERDICERAS DE LA MÁXIMA PROTECCIÓN QUE OFRECE LA LEGISLACIÓN VALENCIANA
Desde hace tiempo, investigadores y ecologistas vienen reclamando la catalogación del águila perdicera Aquila fasciata como “En Peligro de Extinción” a causa del acusado descenso de su población en la provincia de Castellón donde ha perdido el 50 % de los territorios desde 2003 y en la provincia de Valencia donde ha descendido más del 15 %. La población alicantina ha tenido una evolución más favorable, donde en el mismo periodo de tiempo ha pasado de 21 a 25 territorios ocupados. El balance conjunto en la Comunitat, muestra un descenso de cerca de un 20%, habiendo perdido 18, de los 94 territorios identificados en 2003.
El pasado mes de febrero la Consellería de Transición Ecológica publicó un proyecto de orden para la modificación de los listados valencianos de especies protegidas de fauna y de flora. En esa propuesta de modificación se mantenía al águila perdicera como “Vulnerable”, pese a la negativa evolución de la especie. Meses antes, la Generalitat había rechazado la propuesta de Grup d’Estudi i Protección dels Rapinyaires – Ecologistes en Acció (GER – EA) para que se elevara el nivel de protección de la especie.
Durante el periodo de exposición pública de la modificación de los catálogos, diferentes organizaciones ecologistas y la Universidad de Valencia alegaron a favor de que el águila perdicera fuera catalogada como “En Peligro de Extinción”. Recientemente la Consellería de Transición Ecológica, en una notificación dirigida a la UV, de momento no ha comunicado nada al resto de entidades que presentaron alegaciones, acepta finalmente proponer el cambio de categoría en la futura modificación de los catálogos de fauna y flora valencianas.
La Consellería reconoce que cumple uno de los 4 criterios que establece la legislación española para catalogar una especie como En Peligro de Extinción en cuanto al riesgo de extinción que presenta a medio plazo, tasado en un 48,4 %, valor que supera el 35%, criterio establecido por la legislación española para incluir un taxón en esta categoría.
Esperamos que este cambio legislativo mejore las negras expectativas del águila perdicera, que sin duda deben ir acompañadas de otras medidas, como las destinadas a detener la sangría poblacional que suponen las electrocuciones.