El alcalde de Elche, Pablo Ruz, ha anunciado una solución definitiva para el edificio de Nuevos Riegos el Progreso, cuya fachada llevaba años afectando a la alineación de una de las calles más importantes del municipio. El Ayuntamiento ha alcanzado un acuerdo para adquirir el inmueble antes de que finalice el año, lo que permitirá su uso para oficinas municipales, así como el retranqueo de su fachada para alinearla correctamente con el resto de la calle. «Esta actuación pone fin a un problema grave y enquistado que ha durado más de ocho años. Es fundamental y crucial para el futuro del municipio», declaró Ruz.
El anuncio se realizó durante una rueda de prensa en la que el alcalde estuvo acompañado de otros miembros del gobierno municipal frente al edificio, actualmente apuntalado. Ruz destacó que la resolución de este conflicto ha sido posible gracias a meses de trabajo intenso, negociaciones y esfuerzo conjunto. «Este es el gobierno que tiene una hoja de ruta clara, una agenda municipal bien definida, y que está aquí para solucionar los problemas heredados de anteriores administraciones. Con esta decisión ganamos todos», añadió el alcalde.
Compra del edificio y retranqueo de la fachada
El acuerdo permitirá que el Ayuntamiento adquiera el edificio tras la aprobación de la Conselleria de Cultura, que ha confirmado que el inmueble no está protegido bajo ninguna categoría del Inventario General del Patrimonio Cultural Valenciano, como Bien de Interés Cultural (BIC) o Bien de Relevancia Local (BRL). Esto despeja el camino para la compra y posterior retranqueo de la fachada, alineando la estructura con el resto de la calle.
El proyecto también incluirá la renovación completa de la zona, con nuevo asfaltado, aceras reubicadas, la plantación de árboles y la recuperación de dos carriles para el tráfico. Este proceso de remodelación urbanística pretende no solo resolver el problema de la fachada, sino mejorar significativamente la movilidad y estética del entorno.
Una solución urbanística integral
Pablo Ruz recordó que la propuesta original, que contemplaba dejar la fachada desmontada en su ubicación actual y permitir a la propiedad construir un edificio en la parte trasera, no ofrecía una solución adecuada. «No podíamos dejar una puerta en medio de la calle, era una solución inaceptable. Ahora, con la compra del edificio, el retranqueo y la integración de la fachada, se normaliza la situación y además incorporamos un nuevo espacio al patrimonio municipal, que se destinará a oficinas», explicó el alcalde.
Impacto financiero y planificación futura
Francisco Soler, edil de Estrategia Municipal, subrayó que este proyecto ha sido una prioridad para el actual gobierno local. «Llevamos meses trabajando en este asunto, negociando con la propiedad, que también tenía la voluntad de llegar a una solución», comentó Soler.
En cuanto a la adquisición del edificio, Soler explicó que el coste es «asumible para las arcas municipales» y se prevé que la compra se formalice antes de que termine el año. Asimismo, aseguró que ya se están dando los pasos necesarios para modificar el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) con el objetivo de contemplar el retranqueo de la fachada. Posteriormente, se procederá a la demolición y desmontaje de la estructura. «En unos meses resolveremos los trámites administrativos y la idea es que el nuevo edificio esté finalizado en menos de un año», concluyó Soler.
Con esta actuación, el Ayuntamiento de Elche no solo resuelve un problema urbanístico de larga duración, sino que además mejora la funcionalidad del espacio urbano y ofrece nuevas instalaciones para el uso público. El proyecto marca un hito en la gestión del gobierno municipal, que continúa apostando por soluciones efectivas y beneficiosas para toda la ciudadanía.
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