La ilusión de los ilicitanos devotos del Cristo de Zalamea, el “Cristico de la parroquia de San José” se hizo realidad en la noche de ayer, en la que pudieron sacar en procesión está imagen que vino a Elche para quedarse, conocida cariñosamente como el «Cristico», congregó a miles de personas que le acompañaron en un acto de fe y reflexión interior.
A medida que el reloj marcaba las 0 horas de ayer, la parroquia de San José se convirtió en el punto de partida de una marcha solemne iluminada por el suave resplandor de las velas llevadas por los devotos.
El Cristo de Zalamea es una imagen venerada, a la que muchos acuden durante todo el año para pedir favores y ofrecer oraciones. La procesión de la Cofradía del Santísimo Cristo de Zalamea es un evento que se ha arraigado profundamente en la cultura y la espiritualidad de Elche, siendo un momento de encuentro comunitario y reflexión personal.
La historia de esta venerada imagen está ligada a la ciudad de Elche y a la parroquia de San José. El paso del Cristo de Zalamea, que fue realizado en 1942 para la Cofradía del Cristo de la Fe y posteriormente legado a la actual cofradía, es portado por 48 costaleros y es una obra maestra de madera de nogal con remates sobredorados. Este año, la procesión recorrió lugares emblemáticos de la ciudad, pasando por la plaza de los Reyes Católicos, Santa Anna, plaza del Pont, y muchos otros, antes de regresar a su hogar en la parroquia de San José.
La Semana Santa de Elche es una época que permite a ilicitanos y visitantes experimentar la riqueza histórica y cultural de sus tradiciones. La procesión del «Cristico» es uno de los muchos actos que reflejan la devoción y el sentimiento religioso de Elche y continúa siendo un pilar de su identidad cultural.
Crónica, fotografías y vídeo: Alberto Carrillo / AFPRESS