– La concejala de Cultura, Marga Antón, quien dio inicio a la actividad, destaca que ésta “se mantiene abiertas a todas las personas interesadas en aprender estas técnicas, en especial los jóvenes que tendrán que recoger el testigo para que pueda ser transmitido a las generaciones futuras”
– Las clases de iniciación tendrán lugar de martes a viernes desde las 10:00 hasta las 13:00 horas, y las de perfeccionamiento desde las 17:00 hasta las 20:00 horas
2022/12/2
El Museo del Palmeral acoge desde ayer el Taller de Palma Blanca hasta el 16 de mayo de 2023. La concejala de Cultura, Marga Antón, dio inicio a la actividad con la que se pretende dar visibilidad a una tradición que se perpetúa en nuestra ciudad durante siglos y que va íntimamente ligada a los usos del Palmeral, declarado Patrimonio de la Humanidad el 30 de noviembre de 2000, y a la celebración del Domingo de Ramos.
Estos cursos se desarrollan en dos niveles: el de iniciación: (de 10:00 a 13:00h de martes a viernes) y el de perfeccionamiento (de 17:00 a 20:00 h. de martes a viernes). El plazo de inscripción sigue abierto y se puede realizar a través del correo cultura@elche.es o de forma presencial en la Concejalía de Cultura, en la calle Sants Metges, 3.
“Los talleres se realizan año tras año en la casa del Huerto de San Plácido, hoy Museo del Palmeral, con el objetivo de que no se pierda el conocimiento de esta singular tradición, por lo que está abierto a todas las personas interesadas en aprender estas técnicas, en especial los jóvenes que tendrán que recoger este testigo para que pueda ser transmitido a las generaciones futuras. Además, tienen una importancia vital tanto por el trabajo productivo que se realiza en ellos, como por ser una forma de mostrar al visitante de este museo nuestras tradiciones”, ha declarado la edil.
El proceso productivo se inicia con el encapuchado de las palmas para que adquieran su típico color blanquecino, aislándolas del sol, lo que impide que se realice la función clorofílica. Llegado el momento, se cortan las hojas blancas que han permanecido cerradas, y se seleccionan por tamaños. Las más esbeltas se utilizarán como palmas y el resto se dedicará a la confección de
los ramos. Aquí interviene también el potencial artístico de las personas que los elaboran y se producen verdaderas obras de arte. Su participación en el concurso que se celebra anualmente es el momento de ver reconocida su labor, y podemos ver algunos de los premiados en el propio Museo-
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