Elche, 09/07/2024 – La reciente campaña del Ayuntamiento de Elche para talar palmeras en plazas y espacios públicos ha generado una intensa controversia. La tala de siete palmeras en La Glorieta, basándose en un informe técnico que indicaba un alto riesgo de caída, ha despertado críticas y preocupación entre los ciudadanos y defensores del patrimonio.
El Ayuntamiento justifica sus acciones alegando que las palmeras presentaban un riesgo significativo para la seguridad pública debido al estrés hídrico y otras malformaciones detectadas en los ejemplares. Claudio Guilabert, concejal del área, ha afirmado que «tras la revisión de las 43 palmeras en La Glorieta, siete tenían un riesgo alto o muy alto de caída, lo que justificó su tala inmediata». Además, el Ayuntamiento ha encargado a la empresa privada Baobab Viveros S.L. la evaluación del estado de las palmeras en la vía pública, en plazas y parques, como parte del Plan Director y el Plan de Gestión de Riesgos.
Sin embargo, como ciudadano y defensor del patrimonio de Elche, expreso mi firme desacuerdo con esta medida. La tala de palmeras, símbolos icónicos de nuestra ciudad y reconocidas por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, no solo afecta negativamente al paisaje urbano, sino que también pone en riesgo el reconocimiento internacional del Palmeral Ilicitano. La comunidad local y diversas asociaciones han manifestado su preocupación y han exigido una mayor transparencia y justificación en las decisiones tomadas.
El informe técnico de Baobab Viveros S.L., utilizado como base para la tala, menciona que la causa probable de la caída de una palmera fue el estrés hídrico o golpe de calor, y que las pruebas realizadas indicaron un alto riesgo de caída en otros ejemplares. A pesar de estas afirmaciones, considero que no se ha presentado suficiente evidencia objetiva que justifique la tala masiva de palmeras en La Glorieta y en la calle Pedro Juan Perpiñán. La sustitución de estas palmeras por plátanos de sombra no compensa la pérdida de estos emblemáticos árboles, fundamentales para la identidad cultural y natural de Elche.
Además, el plátano de sombra (Platanus hispanica), aunque resistente y adaptable, no es autóctono de nuestra región. Su introducción y proliferación pueden desplazar a las especies autóctonas y alterar los ecosistemas locales. Este árbol, un híbrido entre el plátano oriental (Platanus orientalis) y el plátano occidental (Platanus occidentalis), se ha naturalizado en muchas áreas del Mediterráneo, pero no debe ser una sustitución para nuestras palmeras históricas.
La tala de palmeras debe ser la última opción, y se deben explorar alternativas que permitan preservar nuestro patrimonio. Exijo una revisión exhaustiva y transparente de los informes técnicos y una reconsideración de las decisiones tomadas, priorizando la conservación del Palmeral de Elche.
La preservación de nuestro patrimonio debe ser una prioridad, y la tala de palmeras debe ser una medida excepcional, no una norma. Insto al Ayuntamiento a escuchar a la comunidad y a los expertos en patrimonio, y a buscar soluciones que garanticen la seguridad sin sacrificar nuestra identidad cultural, natural y conservación.
Crónica : AFPRESS/Alberto Carrillo