La inversión mejorará la calidad del agua y eliminará los malos olores
La Generalitat Valenciana ha dado luz verde a la reforma integral de la depuradora de Algorós, una actuación que supondrá una inversión histórica de 83 millones de euros. El proyecto, autorizado por la Entidad Pública de Saneamiento de Aguas Residuales (EPSAR) tras el informe favorable de la Conselleria de Medio Ambiente, busca optimizar el caudal y la calidad del agua residual reutilizada en la agricultura, así como reducir los problemas de malos olores que afectan a la zona.
Una inversión sin precedentes
El alcalde de Elche, Pablo Ruz, ha subrayado la relevancia de esta actuación, destacando que se trata de «la mayor inversión realizada en una depuradora en la historia de la Comunidad Valenciana».
La obra contempla la construcción de una nueva estación depuradora de aguas residuales (EDAR) sobre la ya existente, modernizando unas instalaciones que cuentan con más de 40 años de antigüedad.
La reforma permitirá aumentar la capacidad de tratamiento de la depuradora, garantizando una mayor eficiencia en la reutilización del agua para riego agrícola. Además, la actuación incluirá mejoras tecnológicas que minimizarán la generación de malos olores, una problemática que durante años ha generado molestias a los vecinos del entorno.
Adaptación a las normativas ambientales
La obra, que se prolongará durante 40 meses, también permitirá adaptar la depuradora a las normativas medioambientales vigentes, asegurando su sostenibilidad a largo plazo. Durante el proceso de modernización, la nueva EDAR entrará en funcionamiento de manera progresiva, coexistiendo con la infraestructura actual hasta alcanzar su plena capacidad, estimada en 13 hectómetros cúbicos.
Pablo Ruz ha celebrado la inversión destacando que «los ilicitanos están de enhorabuena, ya que esta actuación es una muestra más de que el Consell sigue cumpliendo con Elche». Asimismo, ha insistido en la importancia de continuar con proyectos que mejoren las infraestructuras hídricas de la ciudad.
Con esta actuación, Elche da un paso adelante en la gestión sostenible del agua, reforzando su compromiso con el medio ambiente y con el sector agrícola, que depende en gran medida del agua depurada para el riego de cultivos.