- Los arrestados fueron sorprendidos por los propietarios de una vivienda cuando intentaban forzar la cerradura
- Actuaban de forma coordinada seleccionando los domicilios y haciendo labores de vigilancia para evitar ser detectados
- Vendían las joyas sustraídas en casas de compraventa de localidades distintas para evitar su localización
16-mayo-2024.- Agentes de la Policía Nacional han detenido a los tres miembros de un grupo itinerante, dos hombres y una mujer, dedicado al robo con fuerza en domicilios que actuaban en la provincia, tras haber sido sorprendido por los propietarios de una de las viviendas que pretendían forzar. Mientras que dos de ellos fueron detenidos en la localidad de Torrevieja, el tercero fue localizado y arrestado en El Campello.
De los hechos se tuvo conocimiento, dado que por publicaciones en varios grupos de aplicación de mensajería, vecinos de la pedanía oriolana de Molins y de la localidad de Bigastro, alertaban de la presencia en ambas localidades de un hombre y una mujer a quienes habrían visto tratando de acceder a varias viviendas, forzando para ello las puertas de acceso a los inmuebles.
Por este motivo, los agentes de Policía Judicial, iniciaron una investigación recabando datos de denuncias por las zonas indicadas, llegando a determinar incluso el vehículo en el que se movían de una localidad a otra perpetrando sus ilícitos.
Sorprendidos por la víctima forzando la puerta de su domicilio
Los investigadores, localizaron a las víctimas de otros ilícitos análogos que incluso llegaron a interactuar con los investigados. En una ocasión, la propietaria de una vivienda situada en la pedanía oriolana de Molins, cuando estaba llegando al domicilio junto con un familiar suyo, observó a un hombre y una mujer en la puerta de su casa, extrañándole sobremanera que el varón estaba muy pegado a la puerta.
La víctima relató a los agentes, que cuando les preguntaron el motivo de su presencia en la puerta de su casa, éstos les contestaron con frases incoherentes e hicieron lo posible para evadirse rápidamente de allí. Sin embargo, pudo ver el vehículo en el que se marchaban.
Estos datos aportados por la vecina de Molins, coincidían con los que ya manejaban los investigadores en cuanto a las características de los autores y el vehículo usado.
En otro de los hechos, ocurrido en la misma pedanía, diez minutos antes que el hecho anterior, los autores habían sido grabados por las cámaras de video vigilancia que tenía instaladas la víctima en su domicilio, desde las cuales pudo ver a estas dos mismas personas en los accesos a su vivienda, a la que finalmente no llegaron a acceder.
Grabados por un testigo
El tercer hecho que los investigadores conocieron y que aportó nuevos datos de gran relevancia para la investigación, ocurrió sobre las mismas horas del día siguiente a los anteriores, esta vez en la localidad de Bigastro.
En este caso, los autores fueron grabados con su teléfono móvil por un testigo, a quien le pareció extraña la actitud de un hombre y una mujer que estaban en la puerta de un domicilio; el hombre pegado a la puerta y manipulando la zona de la cerradura, y la mujer en actitud vigilante y tratando de ocultar con su cuerpo la maniobra del varón.
El testigo, alertó a otra persona que estaba con él para que llamase a la Policía mientras él mismo grababa con su teléfono móvil, momento en el que apareció de repente un vecino de la zona, dándose cuenta los investigados de que habían sido descubiertos, por lo que rápidamente se introdujeron en un vehículo, al parecer conducido por otra persona, y se marcharon del lugar.
Así las cosas, con todos estos datos, los agentes de Policía Judicial, establecieron un dispositivo especial de vigilancia, encaminado a la localización de los investigados, mientas que se continuaban las pesquisas relativas a la averiguación de más datos de utilidad para determinar las identidades de la mujer y el varón, así como la del tercer individuo que les esperaba en el vehículo.
Identificados los tres componentes
Las indagaciones policiales llevaron a los agentes hasta una identificación de los investigados en un control rutinario de la Guardia Civil, cuando iban a bordo del vehículo objeto de la investigación tras uno de los hechos investigados.
En este control, fueron identificados; el propietario del vehículo como conductor del mismo y una mujer que iba de copiloto, además de un varón que iba en el asiento trasero, pudiendo determinar que la mujer y el ocupante del asiento posterior, eran las mismas personas que aparecían en los videos grabados por el testigo de Bigastro.
Finalmente, tras establecerse un dispositivo de búsqueda, fueron localizados y detenidos en localidades distintas; el conductor del vehículo y la mujer fueron localizados y detenidos en Torrevieja, mientras que el otro varón fue detenido en vía pública en la localidad de El Campello.
Tras los registros domiciliarios practicados, los agentes consiguieron intervenir 536 euros en efectivo, un arma de aire comprimido y balines para esta, así como un juego completo de ganzúas y una bolsa con un bombín y dos llaves.
Medidas de contravigilancia y venta de oro sustraído
Como curiosidad revelada por los agentes tras las vigilancias realizadas durante la investigación, relataron que en los trayectos en vehículo, los investigados siempre llevaban a cabo maniobras de contravigilancia para detectar si eran seguidos, de hecho, los agentes pudieron imputar un delito contra la seguridad vial a uno de los investigados al haber tenido constancia de que utilizaba un vehículo sin tener licencia alguna para ello.
Por otro lado, en cuanto al destino que daban a los objetos sustraídos, los agentes llegaron a saber que se desplazaban a otras localidades distintas a las que perpetraban los robos e intentaban vender en las tiendas de compra venta de oro las piezas de joyería, en una de las cuales intentaron vender un cordón de oro que el empleado de la joyería estimó en un valor de unos 7.800 euros, si bien no lo compró puesto que no contaba en ese instante con la autorización de su jefe y dueño del establecimiento.
Los arrestados, dos varones y una mujer, de entre 24 y 36 años de edad, de nacionalidades española y uruguaya uno de los varones, fueron puestos a disposición de la autoridad judicial de la localidad de Orihuela.