La Roà de Elche es más que una tradición; es una manifestación viva de la identidad de esta ciudad alicantina, profundamente enraizada en el corazón de sus habitantes. Este evento anual, que forma parte de las celebraciones en honor a la Virgen de la Asunción, destaca por la forma en que entrelaza la solemnidad religiosa con la alegría festiva, creando una experiencia única que marca el calendario cultural y social de Elche.
Cada año, la Roà comienza con el velatorio a la Maredéu, un acto cargado de profundo respeto y devoción hacia la Virgen de la Asunción, la patrona de Elche. Durante este solemne ritual, la imagen de la Virgen es acompañada por numerosos fieles que, en un ambiente de silencio y recogimiento, le rinden homenaje en la histórica Basílica de Santa María. Este momento es uno de gran significación espiritual, donde la fe y la tradición se fusionan, creando una atmósfera profundamente emotiva que resuena con la historia y las creencias de la comunidad ilicitana.
Sin embargo, una vez concluido el velatorio y tras la despedida a la Virgen, la ciudad de Elche se transforma completamente. Las calles, que poco antes acogían el recogimiento, se llenan de vida y color, dando paso a una de las fiestas más emblemáticas y esperadas del calendario ilicitano. Miles de personas salen a las calles para participar en la celebración, que se extiende hasta altas horas de la madrugada, creando un ambiente vibrante y festivo. La música y los bailes resuenan por todos los rincones de la ciudad, mientras las terrazas de bares, cafeterías y heladerías se llenan de familias y amigos que disfrutan del ambiente festivo. Es un momento ideal para compartir una taza de chocolate caliente acompañada de churros, una tradición que añade un toque de dulzura a esta noche tan especial.
El recorrido de la Roà es otro de los elementos que enriquece esta festividad, conectando diversos puntos emblemáticos de la ciudad. El trayecto comienza en la Calle Uberna, desde donde los participantes se dirigen al Carrer Major de la Vila. Desde allí, la procesión avanza hacia la Plaça de la Fruita, un lugar cargado de historia y significado para los ilicitanos. Posteriormente, la Roà continúa por la Plaça de Baix y la emblemática Calle Corredora, corazón del centro histórico. La ruta sigue hacia el Carrer Pont dels Ortissos y el Carrer Capità Lagier, para finalmente regresar a la Calle Uberna y concluir en la Plaça del Congrés Eucarístic, un espacio de gran simbolismo donde se cierra el círculo de esta celebración tan especial.
Lo que hace única a la Roà de Elche es precisamente esta capacidad para transitar de la reverencia religiosa a la explosión de alegría colectiva. Este evento no es solo una celebración, sino una expresión de la esencia de Elche, donde lo sagrado y lo profano se encuentran y coexisten en perfecta armonía. La Roà es un reflejo de cómo la ciudad ha sabido conservar sus raíces, respetando y venerando sus tradiciones religiosas, mientras abraza con entusiasmo las festividades que unen a la comunidad en una expresión de alegría y convivencia.
La fusión entre lo antiguo y lo moderno, lo tradicional y lo contemporáneo, es lo que define a la Roà de Elche. Es un evento que no solo honra a la Virgen de la Asunción, sino que también celebra la vida y la unidad de la comunidad ilicitana, mostrando cómo la ciudad ha sabido evolucionar sin perder su identidad. En cada edición de la Roà, Elche se reafirma como una ciudad que respeta su pasado mientras mira con optimismo hacia el futuro, celebrando la vida en todas sus formas.
Crónica y fotos.: Paco Ciclón / AFPRESS
