Elche, 18 de enero de 2025 — La Torre de la Calahorra, situada en el corazón del centro histórico de Elche, es un monumento emblemático que simboliza la rica herencia cultural y el pasado defensivo de la ciudad. Esta fortaleza de origen islámico, construida a finales del siglo XII o principios del XIII, fue una parte integral del sistema defensivo de la antigua medina de Elche, protegiendo la Puerta Lucentina, que conectaba con Alicante.
La estructura inicial de la Torre de la Calahorra fue diseñada para servir como vigía y defensa, garantizando la seguridad frente a posibles invasiones. Con una arquitectura que refleja el estilo militar islámico, la torre se distingue por su planta rectangular y estructura prismática. Sus muros de mampostería, reforzados con sillares en la base y las esquinas, aseguran su estabilidad. Originalmente con una altura de 25 metros, la torre fue reducida a 15 metros tras el devastador terremoto de 1829.
Durante el siglo XIX, la torre experimentó significativas modificaciones bajo la propiedad de Rafael Brufal Melgarejo, marqués de Lendínez. Entre estas reformas se incluyen la adaptación del almudín como salón de baile y sede de una logia masónica local, decorado con motivos egipcios y símbolos masónicos por el erudito local Pedro Ibarra. Estas adiciones confirieron al edificio su apariencia actual con ventanas de estilo neoárabe y un remate almenado de ladrillo.
La Torre de la Calahorra ha sido testigo de numerosos cambios a lo largo de los siglos. En el siglo XV, se construyó una casa señorial en su parte extramuros, que aprovechaba el espacio del antiguo almacén de grano. Durante los siglos XV y XVI, sirvió como residencia del contador señorial y almacén del grano recaudado a través del diezmo eclesiástico.
Hoy en día, la Torre de la Calahorra es un espacio cultural de gran relevancia en Elche. Alberga una exposición permanente con obras pictóricas de la pinacoteca municipal, incluyendo piezas de artistas renombrados como Joaquín Sorolla, Ignacio Pinazo, Cecilio Pla y Muñoz Degrain. Además, se exponen obras de artistas locales como Pedro Ibarra, Vicente Albarranch y Rodríguez Sánchez Clement. Este espacio también acoge eventos culturales como exposiciones y conferencias, consolidándose como un epicentro del arte y la cultura en la ciudad.
Los visitantes pueden explorar la Torre de la Calahorra y disfrutar de su rica historia y arte. El horario de visita es de martes a sábado, de 10:00 a 14:00 y de 15:00 a 18:00 horas; los domingos y festivos, de 10:00 a 14:00 horas. La entrada general cuesta 2€, mientras que estudiantes, grupos, titulares del Carnet Jove, jubilados y familias numerosas pueden acceder por 1€. La entrada es gratuita los domingos y para niños menores de 6 años, personas con tarjeta dorada del Ayuntamiento de Elche, profesores, monitores acreditados y personas discapacitadas.
La Torre de la Calahorra no solo representa un monumento histórico, sino también un elemento vital del patrimonio cultural de Elche. Su conservación y adaptación como espacio cultural reflejan el compromiso de la ciudad con la preservación de su historia y la promoción del arte. Este monumento sigue siendo un punto de referencia para los residentes y un atractivo turístico esencial para quienes visitan Elche.
La Torre de la Calahorra es más que una simple fortaleza; es un símbolo de la resistencia, la historia y la cultura de Elche. Su evolución a lo largo de los siglos y su función actual como espacio cultural la convierten en un monumento imprescindible para quienes desean entender y apreciar el rico legado de esta ciudad mediterránea. Se invita a todos a visitar la Torre de la Calahorra y a sumergirse en la fascinante historia y cultura de Elche.
