Elche, 3 de abril de 2024 – La Semana Santa en Elche ha dejado un saldo positivo este año, a pesar de enfrentarse a desafíos climáticos que obligaron a suspender algunas procesiones. La edil de Festejos, Inma Mora, junto al presidente de la Junta Mayor de Cofradías y Hermandades, Joaquín Martínez, han presentado un balance satisfactorio de las festividades, destacando la participación masiva de más de 300.000 personas en los diversos eventos y procesiones celebrados a lo largo de la semana.
Aunque las condiciones meteorológicas adversas afectaron algunas celebraciones, como las procesiones del Domingo de Ramos, Lunes Santo y Domingo de Resurrección, la afluencia de público fue notable en los días de mejor tiempo. La procesión de las Palmas, reconocida como Fiesta de Interés Turístico Internacional, atrajo a 70.000 personas, mientras que el Jueves Santo contó con una afluencia similar para presenciar las diferentes procesiones, destacando la asistencia de 45.000 personas al Cristo de Zalamea.
Durante toda la semana, más de 500 agentes de la Policía Local se desplegaron para garantizar la seguridad y el buen desarrollo de los eventos, asegurando así una experiencia tranquila y agradable para todos los participantes y espectadores. La ocupación hotelera alcanzó un impresionante 80%, lo que refleja el atractivo turístico que tiene la Semana Santa ilicitana para visitantes de todas partes.
Joaquín Martínez, presidente de la Junta Mayor de Cofradías y Hermandades, expresó su satisfacción por el desarrollo de las festividades, destacando el trabajo y esfuerzo de los más de 10.000 cofrades que participaron en los eventos. Además, Martínez elogió el aumento de costaleros y nazarenos en comparación con años anteriores, subrayando el compromiso de todas las cofradías y hermandades en mantener el orden y el respeto por los horarios establecidos.
En cuanto a las innovaciones introducidas este año, Martínez y Mora destacaron el éxito de las modificaciones horarias en las salidas de algunas cofradías durante el Martes Santo, así como la implementación de tramos azules diseñados específicamente para personas con espectro autista, medidas que fueron recibidas con positividad y apoyo por parte de la comunidad.
En resumen, la Semana Santa ilicitana del 2024 fue una celebración vibrante y llena de emociones, que reunió a personas de todas las edades y procedencias en torno a una de las tradiciones más arraigadas y significativas de la ciudad.
