El Paseo de los Naranjos en el Parque Municipal de Elche ahora alberga un testimonio tangible del legado visual dejado por Julián Fernández Parreño, el querido fotógrafo conocido como «Monferval». En un emotivo acto de homenaje, el Ayuntamiento de Elche ha dedicado un monolito en reconocimiento a su excepcional contribución como cronista gráfico, capturando momentos clave del siglo XX en la ciudad. Este monumento, descubierto por su viuda Josefina Candela, se convierte en un recordatorio eterno de su pasión por Elche y su invaluable papel en la conservación de la memoria histórica.
A lo largo de décadas, Monferval inmortalizó eventos trascendentales en Elche, desde el retorno de la Dama en 1965 hasta la visita de la Reina Doña Sofía para conocer el Misteri. Su habilidad para capturar la esencia de la ciudad y sus habitantes lo convirtió en un testigo visual de la historia local. El monumento en el Parque Municipal no solo conmemora sus contribuciones sino que también destaca la importancia de preservar el patrimonio visual de la comunidad.
Monferval, además de su reconocimiento público, dejó un legado significativo al donar una parte de su histórica tienda al «Museo Escolar de Pusol» en 1999. Esta donación, que forma parte de la exposición permanente del museo, asegura que sus contribuciones a la historia de Elche sean accesibles para las generaciones futuras.
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