El pasado sábado 9 de noviembre, miles de voces se unieron en un grito ensordecedor que recorrió las calles de Elche, Alicante y Valencia. La manifestación en Elche fue convocada por diferentes colectivos sociales y sindicales y tanto el PCPV como EUPV la apoyaron. La manifestación, convocada para exigir justicia tras la catástrofe de la DANA del 29 de octubre, dejó claro que la paciencia del pueblo valenciano ha llegado a su fin. Desde Esquerra Unida del País Valencià (EUPV) y el Partido Comunista del País Valencià (PCPV) d’Elx, celebramos el rotundo éxito de esta movilización y exigimos la dimisión inmediata de Carlos Mazón y de todo su gobierno, responsables directos de una tragedia que podría haberse evitado.
La DANA dejó cerca de 220 personas muertas. No son solo cifras, son vidas que se apagaron por la incompetencia de un gobierno que, con su desidia y sus recortes, condenó a nuestra tierra al caos. ¿No son suficientes estas vidas sacrificadas por una irresponsable gestión para que se asuman responsabilidades políticas y dimitan de una vez? El desmantelamiento de la Unidad Valenciana de Emergencias, una herramienta clave para afrontar situaciones de crisis, fue un acto irresponsable y que ha resultado criminal, pues expuso a toda la ciudadanía al desamparo. No estamos hablando de errores menores: fue una decisión política que puso en juego la seguridad de toda la ciudadanía y que demostró, una vez más, que Mazón y su equipo no están a la altura de las circunstancias.
Durante días, la AEMET y la Confederación Hidrográfica del Júcar lanzaron repetidas alertas sobre la gravedad de la situación. Alertas que fueron ignoradas por el gobierno valenciano, que prefirió mirar hacia otro lado mientras el peligro se producía. Es inaceptable que la Generalitat, en lugar de actuar con prontitud y firmeza, decidiera desoír las advertencias y dejar a su pueblo en el desamparo más absoluto. No hay excusas para esta negligencia y Mazón debe pagar el precio político de sus actos, sin perjuicio de que se le exijan a él y a quienes estuvieron directamente implicados en este desastre sus responsabilidades penales.
El caos que se vivió durante y después de la catástrofe pone de manifiesto la ausencia de un protocolo claro de actuación en casos de emergencia. La desorganización, la falta de coordinación y la improvisación reinaron en los momentos más críticos, mientras miles de personas se veían atrapadas en un infierno. Mazón, lejos de dar la cara, optó por banalizar la situación, restándole importancia a un drama que sacudía a numerosas poblaciones del país. En el momento más crítico, no estaba localizable, mientras su pueblo clamaba ayuda.
Además, el desastre no solo dejó un rastro de muerte, sino también miles de hogares destruidos, familias que lo han perdido todo y miles de trabajadores empobrecidos. Mientras tanto, empresas como Mercadona y otras grandes cadenas obligaron a sus trabajadores a arriesgar sus vidas en plena tempestad e inundación. Denunciamos estas prácticas y esperamos que caiga sobre estas empresas toda la fuerza de la ley. No permitiremos que los beneficios de unos pocos oligarcas y empresarios sin escrúpulos estén por encima de la vida de la clase trabajadora. Desde EUPV y PCPV, nos solidarizamos con todas las víctimas y sus familias, y alzamos la voz contra un sistema que prioriza el capital sobre la dignidad humana.
Afortunadamente, en este contexto de abandono, brilló la solidaridad popular. Brigadas de voluntarios, entre las que están las nuestras tanto del PCPV como de EUPV, se pusieron manos a la obra, demostrando una vez más que es el pueblo quien, en los momentos de crisis, sostiene y cuida a la clase trabajadora. Desde aquí queremos mostrar nuestro más profundo agradecimiento a todas esas personas que, con valentía y compromiso, dieron todo por ayudar. Fueron ellos, no el gobierno de la Generalitat, quienes desde el primer minuto se volcaron en salvar vidas y paliar el sufrimiento.
La manifestación del 9 de noviembre no ha sido solo una protesta; ha sido un clamor por exigir justicia, por denunciar el abandono y dejadez de un gobierno de sus funciones en momentos críticos. Fue un pueblo entero exigiendo que quienes han demostrado su incapacidad y falta de humanidad se marchen. Mazón y su gobierno deben dimitir porque su permanencia en el poder es una burla al sufrimiento de las víctimas y sus familias. La irresponsabilidad de quienes deberían habernos protegido es la verdadera causa de esta tragedia, y no pararemos hasta que paguen por ello.
Este movimiento no se detendrá. Continuaremos en las calles, luchando por un gobierno que escuche, actúe y proteja a su pueblo y a la clase trabajadora. No permitiremos más muertes evitables, más desidia ni más desprecio por la vida de los valencianos. El pueblo ha hablado, y su mensaje es claro: Mazón, vete ya, tú y tu gobierno no merecéis representar a nuestra gente. El País Valencià merece líderes a la altura de los desafíos, no políticos que esconden la cabeza, que mienten descaradamente por autodefenderse y eludir sus responsabilidades y, lo que es aún peor, que han jugado con nuestras vidas.
Desde EUPV y PCPV, reiteramos nuestro compromiso de seguir luchando, de estar al lado de quienes han perdido todo, de la clase trabajadora, de construir una sociedad justa donde la vida, la seguridad y la dignidad de las personas estén por encima de cualquier interés partidista o especulativo. No nos rendiremos hasta ver un cambio real. La lucha sigue y nosotros estaremos a la vanguardia y al lado del pueblo trabajador.
En Elx, a 11 de noviembre de 2024
Partido Comunista del País Valencià (PCPV)
Esquerra Unida del País Valencià (EUPV)