El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, sigue enfrentando una intensa polémica relacionada con su gestión durante la DANA del pasado 29 de octubre, que provocó graves inundaciones en varios municipios de la Comunidad Valenciana. La controversia gira en torno al almuerzo mantenido ese día, del que se han ofrecido versiones contradictorias, alimentando las críticas de la oposición y generando dudas sobre la transparencia del Ejecutivo valenciano.
Contradicciones en las versiones oficiales
Desde el PSPV-PSOE, su portavoz en Les Corts, José Muñoz, ha señalado que Presidencia ha proporcionado al menos cinco versiones diferentes sobre el almuerzo.
«Primero se dijo que estaba trabajando en los presupuestos, luego que fue un almuerzo privado, después un encuentro de trabajo, un picoteo cerca del Palau y, finalmente, una comida de cinco horas con una periodista para ofrecerle la dirección de À Punt», denunció.
Estas inconsistencias han llevado a la oposición a reclamar públicamente la factura del almuerzo, calificando la situación como un asunto de «higiene democrática». Según Muñoz, el problema no se limita al lugar donde estaba Mazón, sino que pone en cuestión su liderazgo en un momento crítico para la Comunidad Valenciana.
El PP evita entrar en el debate
Por su parte, el Partido Popular ha tratado de desviar la atención hacia las labores de reconstrucción tras la DANA. Nieves Martínez, portavoz adjunta del grupo popular en Les Corts, ha tachado las críticas de la oposición de «pequeñeces» y ha subrayado que «lo realmente importante es la ayuda a los municipios afectados».
No obstante, la insistencia en no revelar la factura ha intensificado las críticas. Incluso el ministro de Transportes, Óscar Puente, se sumó al debate al cuestionar la credibilidad de las explicaciones oficiales: «Cuando das cuatro versiones diferentes, generas el derecho a no creerte».
Transparencia en entredicho
El impacto político de este episodio amenaza con erosionar la imagen de Carlos Mazón. La falta de una respuesta clara y definitiva ha llevado a algunos a cuestionar la transparencia y la responsabilidad del presidente en un contexto de crisis. La oposición insiste en que, en un momento de emergencia, los líderes políticos deben estar presentes y ofrecer información veraz.
En este contexto, la publicación de la factura podría servir para calmar los ánimos y cerrar el debate, aunque también supondría un reconocimiento implícito de la mala gestión comunicativa. Por ahora, Mazón parece optar por una estrategia de resistencia que podría perjudicar su credibilidad a largo plazo.
Paco Ciclón/ AFPRESS
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