Miles de personas vuelven a salir a las calles en protesta por la gestión del presidente de la Generalitat tras la DANA
Este sábado, 1 de marzo de 2025, Valencia ha acogido la quinta manifestación convocada para exigir la dimisión de Carlos Mazón, presidente de la Generalitat Valenciana, por su gestión de la crisis derivada de la devastadora DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que azotó la región el 29 de octubre de 2024. La protesta ha reunido a miles de personas en el centro de la ciudad, evidenciando el persistente malestar social ante la respuesta del gobierno autonómico al desastre.
Cuatro meses de indignación y protestas
Desde la primera gran movilización del 9 de noviembre de 2024, las manifestaciones han sido una constante en Valencia. Aquel día, unas 130.000 personas salieron a las calles, seguidas de otras concentraciones multitudinarias el 30 de noviembre, el 29 de diciembre y el 1 de febrero de 2025. En todas ellas, el grito unánime ha sido «Mazón dimissió», reflejando el descontento ciudadano por lo que consideran una gestión negligente de la catástrofe.
En esta ocasión, la marcha ha cambiado su recorrido habitual debido a la celebración de las Fallas. En lugar de partir desde la Plaza del Ayuntamiento, los manifestantes se han concentrado en la calle Colón, en el cruce con Russafa, en una protesta que ha contado con la participación de más de 200 entidades cívicas, sociales y culturales.
Razones del descontento
Los manifestantes denuncian varios puntos clave en la actuación del Consell ante la DANA, que dejó un saldo trágico de 224 fallecidos, tres desaparecidos y cuantiosos daños materiales en 82 municipios de la Comunidad Valenciana. Entre las principales críticas destacan:
- Respuesta tardía: Mazón llegó al Centro de Coordinación de Emergencias (Cecopi) a las 20:28 del 29 de octubre, varias horas después de que se confirmaran las primeras víctimas mortales. Mientras tanto, según registros públicos, estuvo almorzando en un restaurante hasta bien entrada la tarde.
- Falta de avisos a la población: El sistema ES-Alert, que envía alertas masivas a teléfonos móviles, se activó a las 20:12, cuando muchas zonas ya estaban inundadas. La juez que investiga el desastre en Catarroja ha señalado que esta «palmaria ausencia de avisos» pudo haber costado vidas que se podrían haber evitado.
- Recortes en emergencias: Durante el mandato de Mazón y su anterior coalición con Vox, se eliminaron recursos clave, como la Unidad Valenciana de Emergencias. Según expertos, esto redujo la capacidad de respuesta de la Generalitat.
- Lenta gestión de ayudas: A finales de noviembre de 2024, solo el 30% de las solicitudes de ayuda a afectados habían sido tramitadas, mientras que muchas zonas como l’Horta Sud y la Ribera todavía enfrentan problemas de reconstrucción. Además, se ha denunciado la adjudicación de contratos a empresas relacionadas con casos de corrupción.
La presión política se intensifica
El impacto de estas manifestaciones ha sido evidente en el ámbito político. El pasado 20 de febrero, Compromís presentó en Les Corts una propuesta para exigir la dimisión de Mazón, que fue rechazada con los votos de PP y Vox (52-41). A pesar de la presión popular, la mayoría parlamentaria del gobierno autonómico dificulta la posibilidad de una moción de censura.
Mientras tanto, la ausencia de Mazón en eventos clave, como la Crida del 23 de febrero y la primera mascletà de Fallas, ha sido interpretada como un intento de evitar enfrentamientos con los manifestantes. Durante la Crida, miles de asistentes corearon «Mazón dimissió», y el colectivo Intifalla ha anunciado protestas diarias durante las Fallas para mantener la presión.
Un movimiento que no se detiene
El movimiento «Mazón Dimissió» sigue sumando apoyos y se ha convertido en un símbolo del descontento ciudadano en la Comunidad Valenciana. La manifestación de este 1 de marzo ha dejado claro que la indignación sigue latente y que la exigencia de responsabilidades no cesará mientras las víctimas de la DANA y sus familias sigan sin respuestas.
Paco Ciclón / AFPRESS
