Del 10 al 16 de marzo se celebra la Semana Mundial del Glaucoma, coincidiendo con el Día Mundial del Glaucoma el 12 de marzo, una fecha que sirve para concienciar a la sociedad sobre esta enfermedad, apodada popularmente como “la ceguera silenciosa” o el “ladrón de la visión”. Según las últimas estimaciones médicas, si no se actúa con rapidez, en 2030 hasta 170.000 valencianos podrían verse afectados por este grupo de enfermedades oculares, que actualmente constituyen la principal causa de ceguera irreversible en el mundo.
El glaucoma se caracteriza por un daño progresivo e irreversible del nervio óptico, siendo asintomático en sus primeras etapas. Esto provoca que aproximadamente el 40% de las personas que lo padecen desconozcan su condición, lo que retrasa el diagnóstico y la intervención oportuna. Se estima que, en la Comunidad Valenciana, alrededor de 70.000 personas podrían estar sin diagnosticar en 2030. Estos datos se desglosan por provincias: en Alicante se proyecta que 65.633 personas sean diagnosticadas, de las cuales 26.253 no sabrán que lo padecen; en Castellón, 20.256 diagnosticados con 8.103 sin conocer su estado; y en Valencia, 89.259 diagnosticados, con 35.704 sin saber que tienen la enfermedad.
La Asociación de Glaucoma para Afectados y Familiares (AGAF) destaca la importancia de realizar revisiones oculares periódicas, especialmente a partir de los 45 años, cuando la incidencia del glaucoma aumenta considerablemente. Además, la asociación hace hincapié en la necesidad de adherirse de forma estricta al tratamiento pautado por los especialistas, ya que los colirios y medicamentos disponibles pueden frenar la progresión de la enfermedad, aunque lamentablemente no pueden recuperar la visión perdida.
Joaquín Carratalá, presidente de AGAF, advierte:
“El glaucoma tiene un grave problema. Los pacientes no se realizan las revisiones oculares recomendadas a partir de determinadas edades y, por ello, cuando reciben el diagnóstico ya se ha perdido bastante visión. Además, la baja adherencia a los tratamientos contribuye a que esta patología siga siendo la primera causa de ceguera irreversible en el mundo.”
Una de las consecuencias más devastadoras del glaucoma es la pérdida progresiva del campo visual periférico, lo que conduce a una visión en túnel, o en “cañón de escopeta”. Esta pérdida se produce de forma paulatina y sin dolor, lo que hace que los afectados tarden en notar la deficiencia hasta que la pérdida de visión es considerable. Se estima que actualmente alrededor de un millón de personas en España padecen el glaucoma de ángulo abierto, y aproximadamente el 40% de estos no son conscientes de su enfermedad. Sin medidas urgentes, esta cifra podría aumentar hasta un millón seiscientas mil afectados en 2030.
Aunado a la importancia de la detección temprana y el cumplimiento riguroso del tratamiento, AGAF solicita que el glaucoma se incluya dentro del grupo de enfermedades neurodegenerativas. Esta medida permitiría canalizar recursos e investigaciones hacia la búsqueda de tratamientos que, además de frenar el avance de la enfermedad, pudieran regenerar el nervio óptico y, en consecuencia, recuperar la visión perdida. En el glaucoma, las células ganglionares de la retina mueren a causa de la presión intraocular elevada, y su regeneración es un desafío que, aunque actualmente se encuentra en fases iniciales, resulta prometedor para el futuro.
Carratalá concluye:
“Tanto AGAF como todos los pacientes que padecen glaucoma valoramos profundamente las investigaciones que se centran en frenar el avance de la enfermedad y mejorar nuestra calidad de vida. Sin embargo, anhelamos que se dediquen también esfuerzos para entender su origen y desarrollar terapias que permitan curar y, en definitiva, recuperar la vista perdida.”
Desde su creación en 2005, AGAF se ha consolidado como la única asociación nacional dedicada a la defensa, información y apoyo de los pacientes con glaucoma y sus familiares, creando una red de ayuda fundamental para que quienes sufren esta patología no se sientan solos ni aislados.
