Este domingo, en el marco de las Fiestas de Elche, la Pirotecnia Tamarit de Alfarrasí (Valencia) presentó una mascletà que, aunque de estilo clásico y artística en su ejecución, fue percibida por algunos como moderada en comparación con espectáculos anteriores. La exhibición, que duró poco más de seis minutos y empleó 93 kilos de pólvora, dejó sentimientos encontrados entre los asistentes, quienes esperaban un terremoto más potente, con explosiones que resonaran en el suelo y el estómago, como suele ser costumbre en estas festividades. A pesar de ello, la armonía, el ritmo, el color y la luz fueron protagonistas, cautivando a muchos y dejando un impacto duradero en otros.
El evento no solo se destacó por el espectáculo pirotécnico, sino también por la participación activa de la Associació Cultural Amics de les Mascletas d’Elx «Penya del Canariet», que montó su carpa junto al recinto de la mascletà. Con el objetivo de hacer más placentero el evento, la asociación ofreció a los asistentes el tradicional nugolet y el canariet, bebidas refrescantes que ayudaron a mitigar el intenso calor del día y a disfrutar de la mascletà con mayor comodidad. Esta iniciativa fue muy bien recibida por el público, que agradeció el gesto en medio de la celebración.
A pesar de la ola de calor que afectó la jornada, el Paseo de la Estación se llenó de espectadores deseosos de experimentar el espectáculo. Esta tercera mascletà fue la más concurrida hasta el momento, lo que demostró la expectación que rodeaba al evento. El espectáculo comenzó con un segmento aéreo que preparó al público para la secuencia que seguiría. Cinco retenciones mantuvieron la tensión y la atención del público, quienes se encontraban expectantes ante un posible crescendo de explosiones.
El clímax del espectáculo, el terremoto, liberó una cantidad notable de energía, pero su breve duración de apenas cinco segundos fue un tema de conversación entre los asistentes. Aunque algunos espectadores sonrieron y aplaudieron al final, muchos comentaron la falta de esa explosividad prolongada que suele caracterizar estos eventos. Los más pequeños del público, por otro lado, reaccionaron tapándose los oídos ante el estruendo de las explosiones, mientras que los adultos admiraban la sincronía de los efectos sonoros y la vibrante combinación de colores que iluminó el cielo ilicitano. Tonalidades de amarillo, verde, azul y rosa se entremezclaron en un intento de dejar una marca duradera en la memoria de los presentes.
Aunque la mascletà fue contenida en comparación con las dos primeras del XIV Concurso de Mascletàs Festes d’Elx, los efectos visuales y sonoros ofrecieron un despliegue que no pasó desapercibido. Los silbadores, un elemento clave de este tipo de espectáculos, añadieron un toque de intensidad que fue agradecido por el público, creando momentos de tensión y liberación en una mezcla bien orquestada de ruido y color.
El espectáculo finalizó en el plano horizontal, cerrando con una serie de explosiones que, si bien no fueron las más poderosas, sí lograron arrancar aplausos y brazos levantados del público como muestra de aprobación. Aunque algunos asistentes se quedaron con la sensación de que faltó la intensidad esperada, la mascletà de Pirotecnia Tamarit se destacó por su enfoque artístico y su ejecución técnica, características que se mantienen como su sello distintivo.
En esta tercera jornada del concurso, el uso de algo más de 93 kilos de pólvora marcó un contraste notable con las dos primeras mascletàs del certamen, en las que se emplearon 121 y 88 kilos de pólvora respectivamente. A medida que avanzan las Fiestas de Elche, la expectación por los próximos espectáculos pirotécnicos sigue en aumento, con un público cada vez más ansioso por experimentar el característico rugir de la pólvora en el cielo ilicitano.
Crónica y Fotos.: Paco Ciclón/ AFPRESS
Video.: Alberto Carrillo/ AFPRESS