Al cumplirse un mes de la devastadora DANA que afectó la Comunitat Valenciana, Paiporta, uno de los municipios más golpeados por la tragedia, rindió homenaje a las 45 personas fallecidas en la localidad. Este acto, cargado de simbolismo y dolor, incluyó un toque de campanas y una vigilia iluminada con velas en el puente del barranco del Poyo, epicentro del desastre.
A las 18:28 horas, las campanas de la iglesia de San Jorge tocaron un tañido extraordinario en recuerdo de los fallecidos, marcando la hora exacta en que el 29 de octubre el barranco del Poyo se desbordó, causando una avalancha de agua que arrasó la localidad. Este homenaje fue iniciativa de Eliseu Martínez, campanero de la catedral de València y vecino de Paiporta, junto al párroco Gustavo Riveiro.
Las campanas, tocadas manualmente debido a los daños en el sistema eléctrico causados por la riada, resonaron durante cinco minutos. El acto culminó con el toque de ánimas, un sonido tradicional recuperado que representa la clausura del día y el homenaje a las almas de los difuntos. Según Martínez, este gesto busca construir un «paisaje sonoro que simbolice los sentimientos compartidos del pueblo de Paiporta».
Vigilia en el puente del Poyo
Posteriormente, a las 20:11 horas, momento en que se emitió la alerta ES-Alert el día de la tragedia, vecinos y afectados se reunieron en el puente del barranco del Poyo. Allí encendieron velas que iluminaron el cauce como símbolo de duelo y esperanza. También guardaron un minuto de silencio acompañado por el sonido de alarmas que recordaron la advertencia de Protección Civil aquel fatídico día.
El homenaje fue también una oportunidad para expresar la frustración colectiva por la falta de avances en la recuperación del municipio. «Vivimos rodeados de barro y en condiciones insalubres. No hay una respuesta contundente de las autoridades», señalaron varios asistentes.
La comunidad de Paiporta se unió al clamor de otras localidades afectadas para exigir la dimisión del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, por lo que califican como «nefasta gestión» de la emergencia. Este descontento se hizo evidente en los carteles portados por los manifestantes, que pedían responsabilidades políticas.
La vigilia de Paiporta se suma a las concentraciones realizadas en una treintena de municipios de la Comunitat Valenciana, organizadas por diversos colectivos sociales. Estas acciones son el preludio de una gran manifestación convocada para el 30 de noviembre en València, bajo el lema «Mazón, dimisión».
Este movimiento busca visibilizar las consecuencias de la DANA y exigir una gestión más efectiva, transparente y centrada en las necesidades reales de los damnificados. Las más de 200 muertes y los numerosos daños materiales han dejado una profunda herida en la región, que reclama respuestas inmediatas y soluciones preventivas ante futuros desastres naturales.