La visita del presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, al Ayuntamiento de Elche ha estado marcada por una notable protesta ciudadana y un amplio dispositivo de seguridad. Mazón asistía al acto de nombramiento del empresario ilicitano Juan Perán, fundador de Pikolinos, como Hijo Adoptivo de la ciudad.
Un grupo de aproximadamente 20 manifestantes se congregó a las puertas del consistorio para expresar su descontento con el presidente, coreando consignas como «¡Dimisión!», «¡No tenéis vergüenza ni la conocéis!» y «¡Más bomberos y menos toreros!». Esta protesta se suma a otras concentraciones previas en Elche, tras la DANA que afectó a Valencia, donde se exigía la dimisión de Mazón.
Lo que más llamó la atención fue la desproporción entre el número de manifestantes y el despliegue policial. El dispositivo de seguridad, conformado por efectivos de la Policía Local y Nacional, prácticamente duplicaba a los manifestantes, lo que ha generado críticas y cuestionamientos sobre la necesidad de una presencia policial tan elevada. Incluso se solicitó refuerzo a la Policía de Alicante, algo que algunos agentes consideraron excesivo.
Los manifestantes portaban carteles con mensajes como «Corazón de piedra» y «No eres bienvenido en Elche», así como imágenes de Mazón junto al exconseller de Cultura, Vicente Rambla (Vox), en el burladero de una plaza de toros. Los gritos de protesta llegaron a escucharse dentro del salón de plenos donde se desarrollaba el acto institucional.
Algunos de los manifestantes fueron identificados por la policía, ya que la concentración no contaba con autorización previa. La presencia de un número tan elevado de agentes de seguridad ha generado debate sobre la percepción de inseguridad del presidente en Elche y la conveniencia de tal despliegue.
Crónica.: AFPRESS
Fotos.: Paco Ciclón